Historias de la realidad o la realidad de las historias

lunes, 19 de mayo de 2025

Fluir una psicología de la felicidad. Mihaly Csikszentmihaly

 


Todos los seres humanos y las sociedades  han buscado y/o deseado en algún momento  la felicidad como objetivo último.  La tendencia instintiva es a buscarla en cosas externas como  el dinero y la fama  y no en  el control de la vida interior, como lo plantea Mihaly Csikszentmihaly, el más destacado proponente de la Psicología Positiva. La metáfora fluir o flujo ha sido utilizada por muchas personas para describir la sensación de estar haciendo algo sin esfuerzo  en los momentos que se destacan como los mejores de sus vidas. Atletas, místicos, artistas y científicos hacen muy diversas cosas  cuando fluyen, sin embargo sus descripciones de la experiencia son  muy similares, según Csikszentmihaly quien estudió este fenómeno durante décadas.  

La sencilla verdad de que el control de la conciencia determina la calidad de vida es tan antigua como la humanidad. Si esto es así, ¿por qué es tan difícil controlar la conciencia? Primero, se necesita voluntad y segundo, el conocimiento sobre cómo hacerlo debe replantearse cada vez que el contexto cultural varía. Cuando hay demasiadas demandas, opciones, desafíos, nos ponemos ansiosos; cuando hay pocos, nos sentimos aburridos. 

 

Cuando la información desorganiza la conciencia al amenazar sus metas, sucede la entropía psíquica, una desorganización de la personalidad que menoscaba su efectividad. El estado opuesto  es la experiencia óptima. Cuando la información que llega a nuestra conciencia es congruente con nuestras metas, la energía psíquica fluye sin esfuerzo. Estamos bien, esto es la felicidad. Tras una experiencia de flujo, la organización de la personalidad ese hace  más compleja de lo que era antes. La complejidad es el resultado de dos procesos psicológicos: la diferenciación y la integración. 

 

Experiencia autotélica  o flujo significa que que que se contiene en sí misma. No se realiza por la expectativa de un beneficio futuro sino porque hacerlo en sí es la recompensa. El flujo se produce ante una actividad desafiante que requiere habilidades acordes con el desafío. Una de las características  del flujo, es que gracias  a la gran concentración, nos olvidamos de las cosas desagradables de la vida, perdemos conciencia de la personalidad. Cuando no estamos preocupados por la personalidad, realmente tenemos la oportunidad de expandir el concepto de quienes somos. El tiempo parece no pasar del modo en que ordinariamente lo hace;  por lo general, parece pasar con mayor rapidez.

 

La personalidad autotélica transforma experiencias cotidianas en flujo. Las reglas para hacerlo se pueden resumir en: 1) Definir las metas. 2) Sentirse inmerso en la actividad, lo cual es facilitado por la capacidad de concentrase. 3) Prestar atención a lo que está sucediendo y 4) Aprender a disfrutar de la experiencia inmediata. En últimas, hay que convertir toda la vida en una experiencia de flujo. ¿Qué es significado? 1) la importancia o el propósito de algo, 2) se refiere a las intenciones de una persona y  a 3)  a establecer orden entre informaciones no relacionadas o conflictivas. 

 

Una persona autotélica necesita pocas posesiones materiales y poco entretenimiento, comodidad, poder o fama, porque gran parte de lo que hace ya es gratificante. El lado negativo del las actividades agradables que producen  flujo, es que pueden producir adicción si la personalidad se convierte en prisionera del placer. La única manera de evitar una peligrosa dependencia del placer es usar la mente. Solo mediante la reflexión consciente podemos determinar cuánto de lo que parece bueno es realmente bueno para nosotros y luego adoptar una disciplina que nos permita detener el umbral. Esto es precisamente lo que las religiones han intentado hacer.

 

De igual manera, aunque el flujo es un poderoso motivador, no garantiza la virtud de quienes la experimentan. Siempre se puede hacer a costa de otras personas. El flujo del ciudadanos ateniense era posible gracias al trabajo de los esclavos.

 

Aunque tengamos muchos ratos libres y un sinnúmero de actividades de ocio, por lo general no experimentamos flujo al ver televisión o recorrer las aplicaciones en el celular. Los desórdenes de atención y el exceso de estímulos también impiden el flujo porque la energía psíquica es demasiado fluida y errática. La entropía es el estado normal de la conciencia -una condición que ni es útil ni es agradable-. 


Los individuos narcisistas, que están sobre todo preocupados protegiendo su personalidad, se desintegran cuando las condiciones externas se vuelven amenazadoras. Sin interés en el mundo externo, sin desear en relacionarse activamente con él, una persona se aísla en sí misma.  


Las condiciones sociales que inhiben el flujo pueden ser más difíciles de superar. “Una de las consecuencias de la esclavitud, la opresión, la explotación y la destrucción de los valores culturales es la eliminación del disfrute”. 


Nuestra forma de llevar las relaciones con los demás marca enormes diferencias en nuestra felicidad aunque también deseamos a veces estar solos. Cuando dos personas eligen enfocar su atención recíprocamente entre sí, ambos tendrán que cambiar sus hábitos; como resultado, el modelo de conciencia tendrá que cambiar. Dice el autor que “Si una persona no está dispuesta a ajustar sus metas personales cuando empieza una relación, entonces muchas de las cosas que consecutivamente van a suceder en esta relación producirán desorden en la conciencia de la persona, porque los nuevos modelos de interacción entrarán en conflicto con las viejas expectativas”. 

 

La peor soledad -escribió Francis Bacon-, es carecer de amistades sinceras. Solemos escoger a nuestros amigos sobre la base de intereses comunes y metas complementarias. Del mismo modo uno puede invertir energía psíquica por pertenecer a sistemas interpersonales mayores a la familia o a una amistad al suscribir las aspiraciones de una comunidad, de un grupo étnico, de un partido político o de una nación. 

 

Encontrar que nuestras vidas tengan  un significado es un proceso de conseguir un propósito unificado, para ello hay que cultivar el propósito. Cada cultura, por definición, contiene sistemas de significado que pueden servir para ordenar sus metas. Y hay culturas de todo tipo. Construir un sistema complejo de significado implica focalizar la atención alternativamente en la personalidad y en el otro. Primero, satisfacer las necesidades del organismo, luego invertir energía psíquica en la comunidad y en los valores del grupo. Habiendo logrado un sentimiento de pertenencia la persona tiene que discernir los límites de su potencialidad personal. Habiendo descubierto lo que uno puede hacer sola, la meta definitiva se funde con un sistema mayor que el de la persona: “una causa, una idea, una entidad trascendental”.  

 

En vez de aceptar la unidad de propósito que nos ofrecen las instrucciones genéticas o las reglas de la sociedad, nuestro desafío es crear armonía basándonos en enlaces razonables y la elección. Los proyectos auténticos se eligen por lo que valen en sí mismos; los no auténticos están motivados por fuerzas externas y la fe. 

 

¿Hay alguna posibilidad de que un nuevo sistema de metas y medios aparezca para ayudar a dar significado a las vidas de nuestros hijos en el futuro? Algunas personas confían en la religión  otras en un nuevo sistema político como posibles soluciones. 

 


Comentario final: 

 

En un libro posterior, El yo evolutivo, Mihaly Csikszentmihaly, sostiene que hay tres fuentes principales de distorsión, o “Velos de Maya” - ilusiones- que interfieren con una comprensión veraz de lo que sucede en el mundo. Estas incluyen la programación genética, la herencia cultural y las exigencias del ego. Estas distorsiones están "dentro" de cada uno de nosotros; ningún ser humano es inmune a las ilusiones que fomentan. 

 

Los genios creativos son a menudo personas marginales, individuos cuya visión se amplió enormemente porque se vieron obligados a pasar de un mundo cultural a otro y, por lo tanto, pudieron ver la relatividad de ambos”.

 

Las previsiones para el futuro son cada vez más terribles y decidimos instintivamente no escuchar ni ver noticias en lugar de enfrentar la realidad. La humanidad parece haber alcanzado increíbles logros materiales sobre cómo mejorar la experiencia de vida. Sin embargo, cuando no utilizan el dolor, los sistemas sociales utilizan el placer para inducir a aceptar las normas. Si no seguimos las normas, nos sometemos  al programa genético o al cultural. 

 

Lo que no pudo prever  el autor son los problemas, la gravedad y los efectos de estar dominado cerebralmente por la tecnología, la digitalización, las redes sociales  y  la inteligencia artificial, que ahora más que nunca controlan la atención y la conciencia de los ciudadanos. Estamos ante el peligro inminente de perder la capacidad de elegir, pensar y razonar. Los algoritmos transforman la psicología de una persona y nos deshumaniza. 

 

Byung-Chul Han en su libro Infocracia, llama “régimen de información” a la forma de dominio en la que la información y su procesamiento mediante algoritmos e inteligencia artificial determina de modo decisivo los procesos sociales, económicos y políticos. Sostiene que tal régimen deviene en un “capitalismo de la vigilancia y que degrada a las personas a la condición de datos y ganado consumidor. “La información circula ahora, completamente desconectada de la realidad, en un espacio de hiperrealismo. Se pierde la creencia en la factibilidad. Junto con las verdades fácticas desparece también el mundo común al que podríamos referirnos en nuestras acciones”. Es decir no hay verdad. 

 

El llamado es a encender  tu cerebro y vivir  la realidad como los seres humanos de pensamiento libre que somos y a evitar caer en el engaño de un mundo virtual que se muestra como una vía de escape fácil de las dificultades de la experiencia humana. 

 

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