Historias de la realidad o la realidad de las historias

viernes, 6 de mayo de 2016

Global gay



Frédéric Martel, el escritor y periodista francés conocido por su célebre ensayo Cultura Mainstream, pasó cinco años viajando por el mundo para conocer de primera mano la idiosincrasia de la cultura gay en cada lugar y poder escribir Global gay: cómo la revolución gay está cambiando el mundo, publicado en 2013. Describe desde China a Estados Unidos, de lo mainstream a lo underground, de la resistencia contra la represión en China, Cuba o Irán al activismo a favor del matrimonio de parejas del mismo sexo en Estados Unidos y en Europa e incluso América Latina.



La revolución gay es un asunto reciente. Fue tan sólo en 1990 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) suprimió la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales y apenas en 1989 Dinamarca reconoce por primera vez las uniones civiles entre parejas del mismo sexo siguiéndole poco después el resto de países nórdicos.



La hipótesis principal del libro es que la cuestión gay y sus reivindicaciones es un signo de la globalización: en todas partes proliferan los orgullos gays y se izan banderas rainbow como un fenómeno globalizado pero también territorializado y con características nacionales, de manera que la diversidad LGBT en el terreno cultural es infinita:

“Las line dances de los bares gays de cowboys en Chicago; las veladas gays de tango en Buenos Aires y de samba en Río: las “habitaciones” gays en Cuba; los equipos gays de Dragon Boating en Singapur: los karaokes, los snacks y los love hotels gays en Tokio; los transexuales operados legalmente en Irán o la militancia homosexual árabe que reivindica la obra del poeta musulmán Abu-Nuwàs atestiguan, como veremos, una diversidad increíble”, anuncia Martel en el prólogo del libro.



La causa gay se ha aprovechado de la revolución digital, Internet y las redes sociales, aparece en series de televisión en todo el mundo y en el cine. Es también un fenómeno cultural y de mercadeo muy interesante que vende millones y marca tendencias y modas. Al convertirse en cool y al estar conectados, los gays hacen oir su voz; sus negocios pasan del gueto al hip, su cultura se torna mainstream y los gays se vuelven trend setters o influenciadores.



Martel recorrió barrios gay en todo el mundo de distinto tipo muchos de los cuales son populares dentro de los heterosexuales y muy glamurosos y cool: “el village, el cluster (agrupamiento), el strip (a lado y lado de una avenida), la colonia, el barrio alternativo y el sprawl (dispersión). “Cuanto más gay friendly es una ciudad, más se disgrega la vida gay y se disuelve en el tejido urbano; cuanto más frágil es la tolerancia, más tiende la vida gay a agruparse en villages y clusters”, asegura.



La nueva tesis es que la cuestión gay avanza ya no como un derecho específico sino como un derecho integral tal y como figura en la Declaración de Derechos Humanos aplicado a las personas LGBT. Como lo dijo Hillary Clinton “Gay rights are human rights, and human rights are gay rights”. Esta es la consigna del momento. En diciembre de 2008 una declaración o joint statement fue leída ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos y la orientación sexual y la identidad de género que recibió el apoyo de 66 países pero al mismo tiempo surgió una declaración anti-gay suscrita por 59 países encabezados por Siria, que incluye al Vaticano y China. Por otra parte, 68 países se abstuvieron y se declararon neutros.



La revolución gay ha permitido pasar de la criminalización de la homosexualidad, a la condena abierta de la homofobia en muchos países. Pero a pesar de los grandes avances, especialmente en el foro de las Naciones Unidas, todavía hay discriminación y culturas hostiles a la causa gay. Según Martel, existen dos tipos de homofobias: la “homofobia fría”, que se esconde detrás de algunos valores, de un exacerbado afán de soberanía nacional y de antiglobalización, como se puede ver en Rusia, China y Europa del Este, entre otros países, y la otra forma llamada “caliente”, que tiene un sentido religioso y está presente en los países árabes, en Irán y en algunos países de África. Todavía hay ocho países con pena de muerte para los homosexuales: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Mauritania, Sudán del Norte y Yemen y en África casi 40 países tienen leyes que prohiben las relaciones homosexuales consentidas.



De cualquier forma cada vez es más difícil ser abiertamente homófobo y la causa gay ha ganado mucho terreno y es hoy por hoy un fenómeno global. En Colombia se acaba de aprobar la unión civil entre parejas del mismo sexo, marcando un hito. No obstante el debate sigue siendo muy polarizado, y existen voces ultraconservadoras y de carácter religioso que han condenado este gran paso.






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